top of page
f2aa5e70-f98f-4d72-8335-78cde3281751.png

ESTIRAMIENTOS ASISTIDOS EN CAMILLA

El ser humano posee, al igual que el resto de mamíferos unas capacidades naturales innatas.

Estás son: La resistencia, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad.

Este cuarteto nos ha permitido sobrevivir y evolucionar en el medio natural.

Correr, saltar, trepar, cazar, recolectar... son funciones que no serían posibles sin estas capacidades.

Todas ellas tienen una evolución natural, mejoran o empeoran con el paso del tiempo, alcanzando o perdiendo su mayor potencial en edades concretas.

En el caso de la flexibilidad su mayor desarrollo existen en el comienzo de la vida, todos hemos comprobado la gran capacidad de contonearse que posee un bebé, para el cual llevarse el pie a la boca es algo tan normal como respirar.

Sin embargo no podemos decir lo mismo de una persona mayor, a menos de una persona mayor común.

Somos flexibles al nacer porque habitamos un espacio reducido en el vientre materno durante nuestra gestación y porque de nuestra flexibilidad dependerá nuestra supervivencia en el momento del parto. Somos adaptativos a las condiciones.

Esta flexibilidad con el paso de los años va perdiéndose, nuestro cuerpo va aumentando de tamaño, los músculos tonificándose y van tomando protagonismo otras habilidades como la fuerza, la velocidad y la resistencia.

Sin embargo de todas estas cualidades, la flexibilidad es la única que podemos mantener en nuestra vida si la entrenamos.

​

​

bottom of page