El Hígado y la Vesícula Biliar son órganos que se bloquean con facilidad y por ello tienden a no funcionar correctamente causando desequilibrios y síntomas en el organismo, de exceso sobre todo, aunque también de insuficiencia.
En primavera es cuando estos dos órganos están en máxima expansión. Si están bloqueados, les faltará espacio para “moverse” y es cuando notaremos más síntomas de congestión hepática.
Personas que consuman regularmente: alcohol, carne animal o huevos o embutidos (más de 2 veces por semana), pan o tostadas a diario, azúcar (en todas sus formas: bollería, pasteles, bebidas con azúcar…), lácteos, comida con aditivos y conservantes, y tomen de forma habitual medicamentos, es muy probable que sufran de congestión hepática.
Un bloqueo en el cuerpo emocional y mental (estrés prolongado, frustración, enfados, insatisfacción, tensión) también generan efectos de tensión sobre estos órganos, produciendo síntomas y signos como:
Dolor costal, en hipocondrios.
Necesidad de suspiros frecuentes.
Estados de frustración, ira, rabia, irritabilidad, humor inestable.
Dolores menstruales – Síndrome Premenstrual acentuado (dolor en pechos, ovarios, retención de líquidos, dolor de cabeza, tensión emocional).
Astenia o cansancio primaveral.
Malas digestiones: sobre todo de grasas e hinchazón abdominal.
Migrañas laterales o en el vértex, acompañadas de fotofobia y náuseas.
Alergias y sensibilidad a sustancias químicas.
Poca tolerancia a la cafeína.
Tendencia a formar pequeños cálculos biliares.
Insomnio entre la 1 y 3 de la madrugada.
Etc.
¿Cómo podemos descongestionar el Hígado?
Dando menos trabajo al Hígado y a la Vesícula Biliar comiendo de forma más saludable, dejando de tomar sustancias que lo perjudiquen y ayudándole en sus labores de eliminación y limpieza con ciertos alimentos, plantas y ejercicios.
EVITAR en la alimentación diaria:
Alcohol, tabaco, café (se puede hacer uno al día y de buena calidad, ecológico), picantes fuertes, carnes, grasas, huevos, fritos, azúcar, bollería, medicamentos innecesarios y comida en exceso.
Desayunar si nos levantamos cansados, con la boca pastosa y sabor ligeramente amargo en la boca. En estos días tomar en ayunas una infusión de manzanilla amarga con el zumo de medio limón, sin endulzar.
Cenar tarde y con proteína animal (carne, pescado o huevos). Una cena tardía y copiosa congestionará estos dos órganos, que no podrán descansar durante la noche porque estarán trabajando en la digestión. (Leer artículo “La cena ideal para dormir mejor”)
Hacer a diario para favorecer la descongestión hepática:
Tomar dos veces al día una taza de caldo con verduras verdes (verduras de hoja verde como la col (las hojas más externas), apio, puerro, y otras como nabo, cebolla…, hervir unos 15 min).
Licuados de zanahoria con nabo o manzana o apio. Uno por la mañana y uno por la tarde. No hacerlo si hay síntomas de frío.
Nabo o rabanito rallados finos para acompañar las comidas, sobre todo la del mediodía o noche.
Si hay triglicéridos o colesterol alto tomar cada día Clorofila líquida o verde de Cebada.
Hacer un poco de ejercicio físico suave, para evitar el estancamiento: pasear, taichí, qi gong, yoga, bici…
Aumentar el consumo de alimentos frescos como la verdura de hoja verde (hervida 3 minutos – judía verde y brócoli), sobretodo las amargas (el amargo purga y limpia): endivias, alcachofa, rúcula, germinados de alfalfa, escarola, apio y el chucrut (col fermentada).
Manzanas ecológicas y con piel. El ácido málico que contienen ayudará a dilatar los conductos biliares y así podremos expulsar barro si hay. No hace falta a diario.
Aprovechar estos meses para limpiar, depurar y descongestionar Hígado y Vesícula Biliar nos ayudará a estar más tranquilos, relajados, serenos y muchos de los síntomas mencionados veremos cómo desaparecen o disminuyen.
Hacer depuraciones drásticas (ayunos, dietas depurativas severas…) en estos meses puede generar unos efectos secundarios que perjudiquen el estado de la persona, tanto a nivel físico, como mental y emocional. Al cuerpo físico le debemos tratar con respeto y suavidad, no de manera drástica y radical. Con una alimentación más simple, natural e indicada para depurar de forma suave el cuerpo físico y el mental-emocional se sentirán mejor y no habrá desgaste ni desequilibrios
Fuente: Institutomeridians